Si yo fuera rico: el impacto de las ganancias inesperadas en la vida de la gente

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Imagen de Alejandro Garay en Pixabay

Un estudio reciente reveló importantes cambios en la riqueza y el ingreso de individuos o grupos familiares que reciben fondos extraordinarios. En los cuartiles más altos de la distribución del ingreso, los hogares reducen sus ingresos por actividades laborales en una cantidad mayor.


 

Todo el mundo tiene la fantasía de crearse una nueva vida si, de manera inesperada, recibiera una cantidad importante de dinero. ¿Se retiraría y se dedicaría al ocio? ¿Dejaría su ocupación actual para seguir su pasión secreta? ¿O, simplemente, seguiría como está pero con menos angustias?

Un reciente artículo en The Quarterly Journal of Economics indagó sobre este tema. La gran pregunta de sus autores era cómo recolectar información de personas o grupos familiares que habían recibido ingresos extraordinarios: para responderla, combinaron datos sobre los ganadores de la lotería en Estados Unidos con un diseño de «estudio de eventos».

El estudio de eventos consistió en identificar parejas, una de las cuales recibiera un importante aumento salarial, y a partir de la premisa de que ese beneficio se compartiría, se documentaron los cambios en la vida del cónyuge que no recibió el aumento. Los autores del artículo encontraron que las personas no son tan generosas.

¿Qué sucede cuando un miembro del grupo familiar recibe una herencia? Los investigadores descubrieron que las mujeres tienen más probabilidades de abandonar el trabajo después de recibir una herencia, y un estudio en Europa mostró una caída de cinco puntos porcentuales en la participación de las mujeres en la fuerza laboral después de heredar una suma de al menos 5.000 euros.

Estos resultados podrían estar sesgados por el hecho de que quienes reciben herencias pertenecen, en muchos casos, a grupos familiares pudientes. Es posible que antes de heredar formalmente hayan recibido anticipos, por lo que al momento de entrar en control del resto del dinero ya hubieran tomado decisiones basados en el hecho de que tarde o temprano heredarían.

Otros estudios señalan que, en el caso de ganar la lotería en Estados Unidos, por cada 100.000 dólares de riqueza adicional las posibilidades de que el ganador tenga un empleo disminuyen en poco menos de cuatro puntos porcentuales. Las personas más pobres tienen más probabilidades de renunciar a sus trabajos, mientras que las personas más ricas tienen más probabilidades de permanecer en el trabajo, pero con menor dedicación.


Los individuos más pobres utilizan la mayor parte del ingreso no derivado del trabajo en consumo, mientras que los individuos más ricos priorizan la reducción del trabajo.


Investigadores del Centro de Investigación de Política Económica de la Universidad de Stanford encuestaron a un conjunto de europeos expuestos a la hipotética posibilidad de recibir sumas que oscilaban entre 5.000 y 100.000 euros. Los que hubiesen recibido menos de 25.000 euros conservarían sus empleos. Pero una vez cruzado este umbral la probabilidad de seguir trabajando caía en tres puntos porcentuales. Las mujeres, así como las personas mayores que tienen menos deudas o están cerca de jubilarse, tienen más probabilidades de abandonar sus empleos.

Los autores del artículo del Quarterly Journal of Economics encontraron, a partir de estudios previos y de sus propios datos, importantes cambios en la riqueza y el ingreso de los individuos o grupos familiares que reciben fondos extraordinarios. En promedio, un dólar extra de ingresos no derivados del trabajo en un período determinado reduce los ingresos laborales del hogar en aproximadamente 50 centavos, disminuye los pagos de impuestos por actividades laborales en 10 centavos y aumenta el gasto de consumo en 60 centavos. Estos efectos son heterogéneos. Los hogares más ricos reducen sus ingresos por actividades laborales en una cantidad mayor.

Las personas en el rango entre los 62 y los 64 años de edad pueden optar por una jubilación temprana, aunque con una penalización en el pago de sus pensiones. El estudio sugiere que hay una ligera propensión a tomar estos beneficios anticipadamente, pese a la penalización. Lo que sí es muy claro es que, ante la expectativa de poseer mayores recursos, los individuos adelantan su jubilación.

Los miembros de los hogares de menores ingresos tienen mayor probabilidad de dejar de trabajar luego de un aumento inesperado de su riqueza. La probabilidad asociada a recibir una riqueza inesperada es más del doble entre los estratos más pobres de la población que en los hogares más adinerados.

¿Qué sucede cuando uno de los miembros de la pareja recibe ingresos extraordinarios? Las personas casadas reducen, en promedio, sus ingresos salariales anuales en 64 centavos por cada dólar adicional de ingresos no derivados del trabajo, mientras que los solteros reducen sus ingresos salariales anuales en 46 centavos. Sin embargo, si se toma en cuenta que los ingresos de los solteros antes de recibir los ingresos extraordinarios son alrededor de un veinte por ciento menores en promedio, las respuestas de ingresos relativos son similares entre solteros y casados.

Los hogares con menos ingresos reducen sus ingresos laborales anuales en 1,3 dólares por cada cien dólares de riqueza adicional, mientras que los ganadores del cuartil más rico reducen sus ingresos laborales anuales en 3,1 por cada cien dólares de riqueza adicional. Esto muestra claramente que, a mayor riqueza, mayor propensión a comprar tiempo libre.

Las personas más pobres utilizan la mayor parte del ingreso no derivado del trabajo en consumo, mientras que las más ricas priorizan la reducción del trabajo sobre el aumento del consumo.

El estudio muestra que quienes ganaron la lotería en Estados Unidos tenían una mayor propensión a contraer matrimonio que un grupo control de características similares que no había recibido ingresos extraordinarios. Adicionalmente, la probabilidad de divorciarse de los ganadores de la lotería es menor que la de su grupo control. En otras palabras, la riqueza parece ser una barrera para la formación de familias, así como una estabilizadora de las familias existentes. Estos hallazgos son válidos especialmente para los hogares de menores ingresos.

La importancia de este tipo de estudios va más allá de entender los cambios que experimentan los individuos, en términos laborales, personales o de consumo. Esta información puede servir de insumo para el diseño de políticas públicas vinculadas al cobro de impuestos, a la formulación de planes para estimular el autoempleo o para entender mejor en qué medida los ingresos extraordinarios pudieran propiciar o no la iniciativa empresarial. Si yo fuera rico…


Carlos Jaramillo, vicepresidente ejecutivo del IESA.

Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.

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Referencia
Golosov, M., Graber, M., Mogstad, M. y Novgorodsky, D. (2024, mayo). How Americans respond to idiosyncratic and exogenous changes in household wealth and unearned income. The Quarterly Journal of Economics, 139(2), 1.321-1.395. https://doi.org/10.1093/qje/qjad053